Con una nueva misiva, en donde se intenta exaltar la falsa actitud de haber mantenido permanente contacto con los adjudicatarios, otra vez la UOCRA y su constructora IDECSA se colocan a la defensiva. Los súbditos de Gerardo Martínez pretenden imponer la falsa idea de que desde el gremio se hicieron todos los esfuerzos posibles para que sus socios del IVC (Macri) abonara unos dudosos certificados de obra. En este libelo se le echan responsabilidades tambien a la Subsecretaria de Vivienda de la Nación.
Con una "eficiencia" que ahora sorprende y hasta conmueve, el arquitecto Rodolfo Morello anuncia con bombos y platillos que gracias a unos pagos efectuados por el IVC en estos días la obra "pudo reiniciarse". ¿Cómo? ¿no era que estaba avanzada en un 98 por ciento?...¿que faltaba? ¿unos picaportes?. No somos chicos...
Después de una hipócrita perorata que quiere justificar el atraso de un año en la entrega de las unidades, ahora se pide que se presenten las documentaciones pertinentes para ir "acelerando los trámites" previos a la escrituración.
De los intereses que ya anunciaron que piensan cobrar a través del Banco Ciudad no dicen ni una palabra. ¿Qué extraño no?. Lo que pretenden hacer estos señores es que la gente firme las subas usurarias convencida de que en abril, mayo, junio (o vaya a saber cuando), se estregaran las viviendas. Una mentira que se repite hace 365 días. Es la forma de aprovechar la necesidad del que tiene guardada la plata para pagar y ya no puede esperar más.
En otro orden de cosas, le comunicamos a los que dejan comentarios en el blog con tono amenazante o mintiendo sobre las supuestas "ventajas" que tendría seguir esperando y pagar cada día más, por favor, abstengansé de escribir falacias. Ya sabemos de donde proviene dicha bajada de línea. No pierdan tiempo porque no van a confundir a quienes están defendiendo sus humildes intereses y esperan urgente una respuesta. Tampoco consuman sus horas intentando deducir quien difundió la data o quien no. La noticia salió a la luz porque es un abuso a más de 300 trabajadores que se cansaron de que les mientan, y no porque exista un garganta profunda justiciero que no tiene otra cosa que hacer. Semejante chantada no se puede esconder por mucho tiempo debajo de la alfombra.